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La Motivación es Basura. ¿Cómo atreverme entonces?



La motivación es basura.

Lo sé, una declaración muy fuerte, pero cierta.

Le llamamos motivación a esa energía extra, casi-mágica, que nos empuja a realizar ciertas acciones deseables para nuestro bienestar (a veces). -Quiero tomar ese curso- -Quiero ir al gimnasio- -Quiero emprender- -Quiero salir a correr todas las mañanas a las 6 am- -Leer más- -Aprender un idioma-... ok, suerte con eso...

En una entrevista a Mel Robbins, Coach y reconocida Speaker en los EEUU, nos desafía a cuestionarnos la creencia que nos hemos comprado de "esperar el momento en el que nos sentimos listos", en el que estemos "totalmente decididos a cumplir ese objetivo": motivados, energizados e implacables. Y esperamos.. esperamos.. esperamos.. y ya sabemos como nos va pos-poniendo ese 1 libro que queríamos leer o esa membresía de gimnasio quemando nuestro dinero.

Para este horrible hábito de posponer todo lo importante en tu vida, que se traduce en menos sueldo, menos felicidad, más peso, menos tiempo... hay una solución muy elegante y simple.

Primero que todo, solo nos sentimos motivados a hacer lo que nos gusta, lo que nos es fácil y o nos entusiasma. Esa descripción calza con el inicio de un proyecto interesante, un nuevo trabajo o meta. Sin embargo, cuando nos encontramos con el primer tropezón, dificultad o problema, ya no nos sentimos tan motivados. La razón es muy simple, nuestro cerebro está cableado para detenernos a toda costa de hacer lo que es incómodo, represente riesgo o nos saque de nuestra zona de comfort. Esta es una de las grandes razones de porqué hablar en público es un desafío tan grande para muchas personas, o sea cual sea tu propio desafío que te mantiene leyendo este artículo.

Aquí me tomo de la famosa frase de Steve Jobs en su entrevista junto a Bill Gates "Mucha gente dice que debes sentir gran pasión por lo que hagas, y es muy cierto. La razón de ello es que -es tan difícil- que si no, cualquier persona racional se rendiría".


El 95% del tiempo de un proyecto exitoso, una meta cumplida o un trabajo en ascenso no es motivación; es disciplina, fuerza de voluntad y momentum. El grueso de tu éxito estará dado por la manera que enfrentaste los problemas, te levantaste a pesar de ellos y seguiste adelante contra lo que tu cuerpo y mente te pedían (Piensa en cómo te sentías el día 20 de ir al Gimnasio).

La solución que propone Mel sonará extremadamente simple, sin embargo, hay un cuerpo de evidencia científica sólida y de punta que justifica su eficacia. El principio rector detrás es el siguiente: Tu cerebro racional tiene la capacidad de ser más inteligente que tu instinto si actúa lo suficientemente rápido. Por lo tanto, puedes acostumbrarlo a hacer de estas buenas decisiones un hábito, si logras que "deje de ser estresante" pensar hacerlas.

Piensa lo siguiente, si miras tu velador y encima te espera una caja de vizzio, después de un largo día en el trabajo, recostado en tu cama y mirando How I met Your Mother o una buena película. ¿Suena esta situación motivante? Probablemente sí. Para la mayoría no hay duda de que es una actividad a disfrutar y no existe generación de estrés al realizar la actividad. Siguiente situación: Me quiero levantar mañana temprano para ir al Gimnasio, MI VIDA CAMBIARÁ MAÑANA, seré saludable, energético y FIT. Suena el despertador la mañana siguiente, te despiertas y.. ¿qué pasa? Empiezas a sentir frío, sueño, el cuerpo pesado debido a que estás recién despertando, te tomas unos segundos, aprietas Snooze y te dices " 5 minutos más y voy"... y no vas. Y así lo mismo con emprender, pedir un aumento de sueldo, poner límites, tener esa conversación difícil y hacer lo que tienes que hacer que hará una tu vida mejor.

No te tomes 5 minutos, no te tomes 1 minuto.. Cuenta hasta 5 y hazlo.

5 segundos para tomar una decisión es lo suficientemente poco como para que tu cuerpo no alcance a secretar todos los neurotransmisores asociados con el estrés (Para estos casos, si son urgencias actuará mucho más rápido) de realizar actividades no placenteras. Mientras menos tiempo dudes, menos refuerza tu cuerpo el principio rector de "hay duda en realizar esta actividad estresante, luego, debo detenerlo". Parecido al momento de tirarte a la piscina: o es rápido o es una tortura pensar en el agua fría, y después de todo ese sufrimiento, no era tan malo. -No te sentirás mal cuando ya lo estés haciendo, es ESTE momento el malo (Pensar), no el de después (Actuar)-. Por lo tanto, tu problema radica en pensar demasiado "tener que hacerlo" en lugar de juntar coraje solo 5 segundos y hacerlo.

Te invito a probar AHORA esta regla. ¿Estás esperando a decidirte tomar ese curso de fotografía? ¿Estás esperando a tomar esas vacaciones después de años sin salir? ¿Hace tiempo que no visitas el gimnasio? ¿Estás esperando a algún día sentirte motivad@ de "querer" hablar en público? y después de eso, ¿Sentirte motivado a ir a 12 sesiones en la noche, a lo largo de 3 meses, con un entusiasta pero exigente Coach que te dará misiones, feedback y te sacará el jugo junto a tus compañeros? sí.. claro.

La vida es ahora, y te invito a probar la regla de los 5 segundos para decidirte a hacer lo que tengas que hacer.

5.....4....3...2..1. GO GO GO!

Todo el Power mi querid@ Padawan,

Un gran Saludo y los mejores deseos en todos tus desafíos

Jorge de SpeakerCoach


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